From English to Spanish: Reflections from An American Teacher

What can you do as an English speaker to improve your Spanish?

In this episode of Aprende Español con Latin ELE (Intermediate Spanish), we have the pleasure of speaking with Michelle Sabala Hagerott, a Spanish learner who has achieved an advanced level of fluency in Spanish.

Michelle, originally from the United States, embarked on a remarkable journey to master the Spanish language.

In our conversation, we explore Michelle’s experiences, her motivations, and the strategies she employed to reach her current level of proficiency. 

Along the way, she encountered various challenges, funny anecdotes, and valuable insights that will surely resonate with language learners of all levels.

Listen to the full episode HERE ⬇️

Michelle’s contact information:

Website: https://www.culturaconnections.com/
Facebook: https://www.facebook.com/culturaconnections
Instagram: https://www.instagram.com/cultura.connections/
YouTube:  https://www.youtube.com/@culturaconnections
Contact Email: michelle.hagerott@culturaconnections.com

Listen to her podcast Business Spanish on all major listening apps


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Interview Transcript

Marco: Michelle, encantado de tenerte acá en Latin ELE.

Michelle: Mucho gusto, Marco. Es un verdadero honor estar en tu podcast y te lo agradezco mucho.

Marco: Michelle, primero, preséntate con nuestra audiencia. ¿Quién eres? ¿A qué te dedicas?

Michelle: Bueno, qué buena pregunta. Mi nombre es Michelle Sabala Hagerott y yo soy de los Estados Unidos. Soy nativa de los Estados Unidos de América. Vivo en el estado de Kansas. Es la región exactamente en el centro del país. Y yo, antes que nada, yo soy mamá. Esa es mi profesión principal. Soy mamá de siete hijos. Los primeros seis son todos varones y luego nos sorprendió una princesa. 

Pero aparte, como necesito mi tiempo propio, decidí hace como nueve años empezar un pequeño negocio dedicado a lo que son los servicios lingüísticos, aquí en mi ciudad y también a nivel nacional e internacional. Entonces, yo también soy intérprete de español e inglés en como entornos médicos para los pacientes que no hablan inglés cuando van al doctor o en citas de inmigración y de terapias de salud mental.

Marco: Entonces, tú ayudas a pacientes que llegan a Estados Unidos, que son hispanohablantes y no hablan inglés y quieren comunicarse con su médico…

Michelle: Sí, exacto. Soy intérprete, también traductora a veces, en documentos escritos. Y también doy clases de español para gringos. Y también he dado clases de inglés como segundo idioma aquí para los inmigrantes.

Marco: Bien, entonces servicios lingüísticos que van desde la traducción, interpretación, clases de español para gringos y clases de inglés para hispanohablantes.

Michelle: Así es.

Marco: Bien. Y esto es a través de Cultura Connections, ¿no? Que es…

Michelle: Sí, mi negocio se llama Cultura Connections.

Marco: Bien, interesante entonces. Ahí tienen una idea de quién es Michelle, que además viene a hablar de su experiencia aprendiendo español. Michelle, mi primera pregunta es, ¿a qué edad comenzaste a estudiar español?

Michelle: Pues yo apenas empecé a los 14 años. Cuando entré en la prepa, la preparatoria. No sé en Chile cómo se dice, ¿será la secundaria? Es highschool

Marco: La secundaria, sí. La secundaria.

Michelle: Fue mi primera oportunidad de aprender o empezar a estudiar un idioma extranjero. Y teníamos tres opciones: el español, el alemán y el francés. Y la verdad es que me encantaba la idea de aprender de todas otras culturas. Pero en ese entonces pensé, pues, tenemos muchos vecinos que hablan español.

Marco: Bien, entonces comenzaste cerca de los 14 años. ¿Cómo eran esas clases que tenías en la secundaria, en la preparatoria?

Michelle: Pues, la verdad, cada año diferente, porque cada año me tocó una profesora diferente. Y yo creo que en ese primer año, para mí, esa profesora tenía una pasión por los idiomas y eso es lo que quizás me motivó a amar tanto el idioma y la cultura. Y ella era de los Estados Unidos también. O sea, no era nativa del idioma, pero nos dio su pasión.

Marco: Ella les contagió esta pasión por el español. Eso también es importante, porque un buen profesor puede motivar a que los estudiantes sigan aprendiendo una lengua.

Michelle: Exacto. Y los otros dos años la profesora no era tan buena, la verdad. No sabía… De hecho, ella se equivocaba mucho, pero ya tenía esa pasión y quería seguir. Y en el cuarto año —que es el último año de la secundaria— esa profesora también era muy buena, era colombiana.

Entonces, ya había decidido que quiero seguir con mis estudios y hacer algo con esta pasión por idiomas en mi vida profesional.

Marco: Entonces, terminaste la preparatoria y ya venías con una motivación por estudiar español. ¿Ahí fue cuando decidiste continuar con estudios de universidad, quizás para mejorar?

Michelle: Sí, sí. Pues algo más pasó en la secundaria es que tuvimos la oportunidad de viajar. Hacer un intercambio de dos semanas a un país extranjero. Entonces…

Marco: ¿Dónde?

Michelle: Pues a mí me tocó España. Entonces, éramos muchos los estudiantes de español, pero solo fuimos mi mejor amiga y yo a España. Teníamos como 16, 17 años. Y en ese entonces, Marco, —esto va a decir cuántos años tengo yo— pero no teníamos celulares, no había computadoras ni internet ni nada de eso. Así que era muy difícil para los estudiantes. Si yo quería comunicarme con mis papás, tenía que levantar el teléfono y marcarles y una llamada costosa.

Marco: Una llamada internacional, que además estoy pensando, o sea, por lo que tú dices, antes de los años 2000, llamada internacional era muy cara.

Michelle: Sí, sí, así es. Pero de todos modos, yo había ahorrado. Eso es algo que quería muchísimo estar… Pues, poner a prueba mi español, ¿verdad? Entonces fuimos mi mejor amiga y yo y nos juntamos con otro grupo de otra parte de los Estados Unidos. Así que no estamos solas. Pero hicimos una semana recorriendo España de Madrid hacia el sur y a la siguiente semana vivimos con una familia española. Entonces, fue como que yo pensé que hablaba bastante bien el español, pero no te imaginas. Era otra cosa. Y aparte su acento para mí era muy extraño.

Marco: Claro, además que pienso, tú tuviste clases con una profesora colombiana y después cambiar el acento de España cuesta.

Michelle: El acento español, vosotros. Ajá, pero sí… Esos eran amistades que hicimos que duraron mucho tiempo. De hecho, la hermana española que tuve en esa familia fue una dama en mi boda. O sea, vino aquí para participar en mi boda y todavía sigo en contacto con ella y con esa familia. Y además regresé. Entonces, todas esas experiencias…

Marco: Sí, porque imagínate la motivación para continuar con el idioma, que ella sea una dama que te acompaña en tu boda.

Michelle: Ajá, así es. Entonces, dos años después, creo que fue en el primer año de la universidad, volví a visitarlos ahí en España. Así que yo creo que para mí la motivación era como que me di cuenta que esto es real. O sea, si aprendes otro idioma, abre como puertas a otro mundo que no hubieran sido posibles.

Marco: Y además que te ayuda a conectar con tu amiga para mantenerte en contacto con la gente que conociste en España y bueno, ahora a lo largo de toda tu vida también. Entonces, es una lengua con la que tienes una conexión emocional también.

Michelle: Y me di cuenta de que cuando uno viaja, sí puede ver muchas cosas muy, muy bonitas, muy interesantes. Pero si puedes conectarte a un nivel más profundo con la gente que vive ahí y experimentas cómo se vive, cómo es la cultura, es otro nivel. Así que eso sí fue, yo creo, mi mayor motivación.

Marco: Bueno, hablamos entonces sobre tu motivación para aprender español, que ya la tenías además porque tenías contactos ahora, habías viajado a España. Pero, ¿cómo fue este proceso para comenzar a aprender español y cómo fue luego ya desde nivel básico a nivel más avanzado?

Michelle: Pues yo creo que para mucha gente esa es la etapa más difícil, ¿no? Como memorizar palabras y conocer la gramática a empezar a hablar y entender y tener una conversación. Pero para mí, yo ya estaba decidida. Ya sabía que yo quería hacerlo y que aquí, a propósito, no es tan común que la gente hable más del inglés aquí en Estados Unidos, pero yo lo quería.

Y entonces decidí seguir con mis estudios, pero me di cuenta que había que hacer algo más fuera de clases, ¿no? Porque al haber estudiado cuatro años en la secundaria, aún no podía conversar bien. Así que decidí seguir y también busqué un trabajo en que pudiera usar mi español. Y mientras estaba en la universidad, empecé a trabajar en una empresa que fabricaba globos, como globos de fiesta, de decoración. Y yo era la encargada del mercado o de servicio al cliente y mercadotecnia a nivel de Latinoamérica.

Así que a través de este trabajo aprendí muchísimo y empecé a mejorar aún más. Pero en ese entonces era muy diferente, como te digo, porque no teníamos Internet, no había podcasts, Latin ELE, y ni siquiera teníamos como celulares ni nada de eso para poder conectarnos y aprender al alcance…

Marco: De nuestras manos. Claro.

Michelle: Ajá. Así que esta idea de inmersión en el idioma había que hacerlo, pero no había tantos recursos tan fáciles de implementar.

Marco: Entonces, tu estrategia fue tratar de buscar un lugar donde tuvieras que usar el español frecuentemente. Entonces, en este caso en una compañía donde tenías que contactarte con personas de Latinoamérica a estar en contacto y estando en este lugar empezaste a mejorar también.

Michelle: Sí, entonces trabajé allí en la universidad y después de graduarme. Pero también la universidad seguí tomando clases de español hasta el nivel avanzado y algo más muy importante, que yo creo que ayudó bastante, fue irme a estudiar un semestre en México y vivir con una familia mexicana.

Marco: O sea, ir directamente a un país hispanohablante para poder comunicarte todos los días en español.

Michelle: Así es, porque mi familia no hablaba mucho inglés, casi nada. Así que así aprendí muchísimo. Y pues así, siempre buscar una manera de sumergirme en el idioma, porque si no haces algo todo el tiempo, todos los días, no vas a avanzar.

Marco: Y eso es importante también. Yo creo que los idiomas es como ir al gimnasio. Si tú quieres estar realmente fuerte en un idioma, tienes que ser constante, tienes que practicar con la mayor frecuencia posible, si es posible todos los días, aunque sea 10-15 minutos, eso es buenísimo, porque yo he visto mucha gente que a veces estudia una semana, después la deja quizás la siguiente semana, después vuelve… O personas que a veces estudian una vez al mes y claro, dicen “Marco, ¿qué puedo hacer para mejorar español?”, y no está la constancia que se requiere con un idioma.

Entonces, es muy importante la constancia, la perseverancia. Y es como ir al gimnasio. Si tú no vas al gimnasio, vas a estar fuera de forma. Y es lo mismo con los idiomas, vas a estar fuera de forma con el español o con el idioma que tú aprendas.

Michelle: Totalmente, Marco. Y te lo digo, es que es cierto, porque me encantaban tanto los idiomas que empecé a estudiar más, a veces a mi propio… A mi propia cuenta. Pero también estudié cuatro años de ruso y aprendí muchísimo. Y de hecho fui a vivir en Rusia por un mes. Pero lamentablemente con el paso de los años he perdido un montón y ahora ojalá hubiera seguido con mi aprendizaje, porque no me acuerdo.

Marco: Bueno, entonces aquí ya tenemos una idea de cómo… Bueno, en realidad no hay un gran secreto. El consejo que podemos dar es la práctica constante.

Marco: Y Michelle, bueno, tú partiste como una persona que habla inglés como lengua materna. ¿Cuáles son los mayores desafíos para estudiantes que hablan inglés como lengua materna, que aprenden español, y cómo piensas que pueden superarlos?

Michelle: Sin duda, el mayor desafío es conversar, es abrir la boca y dejar que salgan las palabras. Y me imagino que eso es lo que dicen tus estudiantes también.

Marco: De hecho, sí. Te comento que hace poco una estudiante me preguntaba… Que ella entendía, comenzaba a entender lo que estaban diciendo, pero que no se sentía con la confianza para hablar y que tenía miedo de cometer errores.

Michelle: Y así es, porque… Pero mira, yo siempre les digo a mis estudiantes: “¿Cómo aprenden los bebés? Primero escuchan y luego empiezan a hablar. Y cometen muchos errores”. Incluso los estoy cometiendo ahora contigo en esta entrevista, pero hay que cometer errores a veces para aprender y no pasa nada. No pasa nada. 

Mira, nosotros aquí en mi país, no sé cómo es en Chile, pero tenemos un montón de extranjeros que no hablan perfectamente el inglés, pero por lo menos intentan y pueden hacer que se entiendan. Y la mayoría de las veces nosotros como nativos ni siquiera nos damos cuenta cuando cometen errores, porque agarramos el sentido de lo que quieren decir, ¿verdad?

Marco: Claro.

Michelle: Así que es así también. Y para nosotros, que hay que superar ese miedo y no vacilar. Porque si no, hay conexiones distintas en el cerebro. Una es al escuchar, pero el otro es conversar, hablar, formar oraciones y pensamientos hablados. 

Si lo único que hacemos es que escuchamos, escribimos y no abrimos la boca, nunca vamos a avanzar. Hay que superar ese miedo. ¿Cómo hacer eso? Puedes practicar con amigos, contigo mismo. Yo cuando estaba preparando para estar en este podcast, tú me habías enviado una lista de preguntas que me ibas a hacer. Entonces yo, durante estos últimos días, he estado pensando cómo voy a responder y pues practicando una conversación yo sola. Entonces lo puedes hacer tú mismo. 

Hay muchos sitios web donde puedes como… Como Conversation Exchange, yo creo que es uno, en que otra persona quiere aprender el idioma que tú hablas y puedes practicar el suyo con ellos. Entonces hay muchas maneras. Pero sí, escuchar y practicar. 

Entender lo que escuchas y lees es una cosa, pero abrir la boca yo creo que es el desafío más grande para cualquiera estudiante de español, cualquier idioma.

Marco: Y Michelle, bueno, ¿recuerdas alguna anécdota graciosa en tu proceso de aprender español? Quizás usaste una palabra que no correspondía o que tenía otro significado.

Michelle: Sí, claro, Marco. Y no sé si lo puedo compartir en tu podcast.

Marco: Acá se permite todo con fines educativos. Así que no hay ningún límite porque todo es con fines educativos.

Michelle: Muy bien. Entonces te comparto algunos. Empecemos por lo más inocente. Cuando estaba en España, creo que la primera vez con mi familia, sabes que cuando estás en casa de alguien te sirve mucha comida, sobre todo las familias latinas o hispanas, ¿verdad? Y ya no podía comer más. Ya no quería más. 

Entonces quería decir como en inglés “I’m full“, que palabra por palabra sería en español “Estoy llena”, ¿verdad? Pero me había olvidado la palabra y dije “Estoy limpia”. Pero al darme cuenta que había cometido el error dije “Estoy embarazada”. Yo como a 17 años de edad. Y quería decir que “Me da vergüenza”.

Marco: Claro, estoy avergonzada, I’m embarrassed.

Michelle: Estoy avergonzada, me da pena. I’m embarrassed, pero dije “Estoy embarazada”, “I’m pregnant”I’m clean. I’m pregnant

Y a ver, otro… Bueno, cuando tenía, sí, como más o menos la misma edad. Yo sabía… Estábamos planeando este viaje a España. Y en ese entonces, como yo no tenía Internet ni nada de eso, teníamos pen pals, que son como compañeros para practicar escribiendo en cartas, por correo, lento, que tardaba demasiado tiempo, como una semana, dos semanas sin llegar. 

Pero ni modo, este era un chico de mi edad que vivía en un pueblo cerca del pueblo donde me quedé con esa familia. Como a una hora de este pueblo. Entonces, yo alguna vez le escribí, tenía muchas ganas de viajar a España y conocerlo y dije “Estoy muy excitada”[1].

Marco: Claro, excited, excitada. Pensaste tú. En tu mente, todo bien. I’m excited, estoy excitada.

Michelle: Sí, sí, ¿un falso cognado se dice?

Marco: Falso cognado, claro. Falso cognado, sí.

Michelle: Y ni siquiera pude ver su reacción cuando lo leo porque fue por correo. Pero me imagino que, de todos modos, entendió lo que quería decir, porque él al mismo tiempo estaba estudiando inglés. Y entonces… Pero luego cuando supe qué significa ¡ay! No te imaginas lo rojo que me puse. Pero sí, y nunca volví a cometer el mismo error.

Marco: Y Michelle, bueno, para ya ir terminando la entrevista, ¿qué consejo quieres dejar a los estudiantes de español para mejorar? ¿Cuál sería tu consejo final para motivarlos y que sigan aprendiendo español?

Michelle: Son muchos los consejos, pero si tengo que ser breve sería que hagan algo todos los días para seguir practicando y para sumergirse en el idioma. Ya sea en ejercicios o escuchar un podcast, tener una conversación con un amigo de otro país. Pero también que no tengan miedo de simplemente abrir la boca y dejar salir las palabras. No tengan miedo.}


[1] “Excitado/a” en español se interpreta comúnmente como “horny”. Es un falso cognado. Una mejor opción es decir “entusiasmado/a”.

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